El próximo plan de la ONU para abordar una crisis mundial de refugiados podría cambiar la situación si los gobiernos lo respaldan con compromisos concretos y a largo plazo, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
El 9 de mayo el secretario general de la ONU Ban Ki-moon dará a conocer un informe en el que propone un “Pacto Mundial sobre el reparto de responsabilidad” para crear una vía más predecible y equitativa de responder a los grandes movimientos de personas refugiadas.
Como parte de este “Pacto Mundial”, se pedirá asimismo a los gobiernos que cada año rea sienten al menos al 10 por ciento de la población refugiada mundial (que actualmente es de 19,5 millones de personas).
El plan de la ONU podría cambiar la situación si consigue producir un sistema claro y coordinado que garantice que los países más ricos y poderosos del mundo se esfuerzan y protegen colectivamente a las personas que huyen de la guerra y la persecución. Pero su éxito dependerá de que los gobiernos acuerden un sistema permanente para compartir la responsabilidad de acoger y ayudar a las personas refugiadas antes de la cumbre sobre refugiados que celebrará la ONU en septiembre. La pelota está en su tejado.
Los líderes mundiales no pueden ir dando tumbos de una crisis a otra, regateando y jugando con las cifras mientras parte del mundo está en llamas, dejando a los países en desarrollo que acojan al 86 por ciento de los refugiados del mundo. El resultado es el caos que vemos en todo el planeta: refugiados en frágiles barcas, atrapados junto a las vallas fronterizas o hacinados en campos abarrotados donde se marchitan los sueños y las esperanzas.Con demasiada frecuencia, estas escenas de desesperación nacen no sólo de la guerra y la persecución, sino también de políticas dañinas e insensibles. Un sistema integral que determine con claridad la responsabilidad de cada país antes de que la crisis se agudice podría resolver esa situación.
El ministerio capellania internacional también ha difundido recomendaciones, incluidos cinco elementos fundamentales necesarios para que el Pacto Mundial sobre reparto de la responsabilidad sea eficaz.