- Buscando la dirección de Dios.
Dios nos ha dejado un recurso especial, la oración, usted puede buscar la dirección de Dios orando. Orar es como respirar, el qué ora se mantiene saludable, libre de presiones, gozoso de ser creyente, de ser un hijo de Dios.
Orar:
- Esinvocar al SEÑOR
Dios nos dice esto desde Génesis “… Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.” 4:26
2 Samuel nos dice: “Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mi enemigos.” 22:4
“Buscad al Señor mientras pueda ser hallado, llamarle en tanto que está cerca.” Isaías 55:6
“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21
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“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Romanos 10:14
Como podemos ver es obligación de un capellán el predicarle a la gente que necesita ayuda, al momento de dar una consejería, al momento de ayudarles tenemos que aprovechar para hablarles de la salvación.
- Essuplicar al Señor
“Moisés suplicó… Y dijo: OH Señor ¿por qué se enciende tu ira contra tu pueblo…? Ex. 32:11
“A ti, oh Jehová, clamaré, Y al Señor suplicaré” Salmo 30:8
“…y te suplicarán diciendo: Ciertamente en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios.” Isaías 45:14
- Es buscad al Señor.
“Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” Deuteronomio 4:29
“Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente.” Sal 105:4
Al iniciar el ministerio de Capellanía, el aspirante a capellán tiene que buscar la dirección de Dios para decidir en qué institución operar, donde ministrar; claro, aquí en las oficinas de la Red Nacional de Pastores se le ayudará a ubicarse, pero, no sin antes someterse a una rigurosa instrucción semanal. Dependemos de Dios para que las puertas de las instituciones se abran; sólo Dios puede tocar los corazones de las personas que dirigen esas instituciones.
- Contactando a personas con autoridad en las diferentes oficinas de dependencias estatales.
- En los orfanatos.
Comience por conocer a sus administradores, pregunte cuáles son las necesidades más apremiantes de la institución y como puede usted a ayudar. Cumpla con su palabra o compromiso.
- En los Asilos de Ancianos.
El capellán de asilo de ancianos, puede dar compañerismo, y organizar programas religiosos o musicales para esas personas de la tercera edad; les cortar el cabello, las uñas, etc. Jesús fue un ejemplo de esto, hasta lavó los pies de sus discípulos.
- En la Policía Nacional Civil.
Si va a trabajar como Capellán de la Policía, tome en cuenta que usted puede aconsejar a los oficiales y sus familias en tiempo de crisis visitar a los oficiales enfermos o lastimados, orar por ellos, acompañarlos a hacer notificaciones de muerte, asistir en incidentes de suicidios, atender a los policías novatos en sus cricis emocionales. Asistir a los funerales y sepelios.
- En el Cuerpo de Bomberos Nacionales.
Contacte a sus autoridades, ofrezca ponerse a sus órdenes en caso de desastres naturales, guerra, o incendios, para ayudará a las personas en crisis.
- En los Centros Escolares.
Ofrezca a los directores sus servicios de capellanías para aconsejar a la juventud, si lo hace de manera personalizada será mejor.
- En los Hospitales.
El capellán de hospitales, ora por los enfermos y avisa a su ministro o familiares de su condición. También puede ministrar a los familiares del enfermo en la sala de espera. Cuando los pacientes son dados de alta, puede visitarlo en su casa, para animarles en su recuperación. Y si no son creyentes le presentaba el plan de Salvación.
- En las Cárceles.
En los centros penitenciarios debe tener sumo cuidado de observar las reglas que gobiernan tanto a los internos como a los visitantes. Debe saber que la dirección de penales de la Red Nacional de Pastores le va a pedir informes por escrito; acate las disposiciones de cada penal, no se preste a las trampas de los internos de sacarle dinero (renta) ni de ser mensajero de nadie. Siga las reglas.
- En las guarniciones castrenses.
En los cuarteles militares, el capellán preferentemente deberá haber cumplido con su deber militar ante la patria, ya que el régimen militar es más estricto en cuanto a operaciones se refiere. Usted puede ser consejero de los diferentes grados militares, llevando la Palabra de Dios en los momentos oportunos, en situaciones de combate, en enfermería militares, etc.
- Y en otros lugares, hogares, refugios, albergues, oficinas de gobierno, etc.
Tanto hombres como mujeres que se dedican a la capellanía, pueden hacerlo aconsejando a las familias, mujeres que han sufrido abuso sexual, violencia intra-familiar, abandonó, o que han sido deportados de otros países, etc. A través de las clínicas de orientación familiar personalizadas.
- Para hacer capellanía ustedes se están preparando para el reparto celestial ante el trono de Dios.
Usted conocerá mejor las necesidades de su gente. Quizá a Dios le está llamando a ser Capellán para suplir las necesidades de alguien en particular. Si es así su recompensa será grande, como lo prometiera el Señor Jesucristo en su Palabra, en Mateo 25:34-40 porque te dirá te dirá:
“…Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
El reparto celestial será tal como lo dijera el Señor Jesucristo, solos de la derecha serán recibidos como héroes benditos del Padre. Son los únicos herederos del reino preparado de este la fundación del mundo. Su labor de capellán cuenta en el reino de los cielos, por lo que usted debe trabajar no por la comida que perece, si no por la honra y gloria de Dios.
Es de suma importancia, que al conseguir los permisos para operar dentro de cualquier institución, hay que seguir las reglas al pie de la letra de la letra; de esta manera nuestro testimonio se mantendrá íntegro y puro ante Dios y ante los hombres.
Si desea más información sobre los estudios de capellanía, póngase en contacto con el ministerio de capellania internacional ,Allí le informarán sobre cómo matricularse
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